Año: 12, Diciembre 1970 No. 236

N.D. El Dr. Sennholz, alumno de Ludwig von Mises, es presidente del Departamento de Economía de la Universidad de Grove City, en Pennsylvania. Es autor del libro HOW CAN EUROPE SURVIVE? Este artículo es reproducido y traducido por el CEES con permiso y por cortesía de la revista Human Events, donde apareció en su edición del 11 de abril de 1970.

LUDWIG VON MISES

Decano de la Economía Racional

Por Hanz F. Sennholz

Cuando en siglos venideros los historiadores investiguen las causas de la fantástica decadencia de la civilización occidental, muy pocas fuentes contemporáneas serán de alguna utilidad. Es cierto que dichas fuentes ofrecerán descripciones llenas de colorido de los síntomas de la decadencia, pero sus explicaciones están generalmente infectadas por el mismo bacilo que está destruyendo nuestro maravilloso orden. Historiadores del futuro no sabrán qué pensar de nuestra ceguera, nuestra locura, de nuestra decadencia y pereza morales.

Pero «¿no había filósofos en el siglo XX, preguntarán, que se dieran cuenta de la fatal tendencia hacia la destrucción económica, la desintegración social y la tiranía política? ¿No había ningún profeta del desastre inminente?».

Esperamos, por su propio bien, que descubran las obras de Ludwig von Mises quien, desde principios de siglo ha estado haciendo advertencias a sus contemporáneos. Una y otra vez señaló el peligro de la creciente popularidad de las ideologías de conflictos y guerra, del surgimiento del colectivismo, y del avance de la tiranía en el mundo occidental. Sus escritos, que en realidad serán tan valiosos para los historiadores del futuro, son para nuestra generación las últimas advertencias.

Esta es la razón por la cual la Fundación para la Educación Económica, junto con la Arlington House y Jonathau Cape Publishers de Londres, han preparado nuevas ediciones de algunas de las importantes obras de Mises.

El Socialismo, un Análisis Económico y Sociológico fue publicado por primera vez en Londres en 1922. Friedrich von Hayek, uno de los más distinguidos alumnos y discípulos de von Mises, recuerda cómo esta obra lo impresionó en su calidad de joven estudiante y lo despertó en medio de la moda socialista de esa época. Henry Hazlitt, en la recensión que hizo de ese libro, en el New York Times del 9 de enero de 1938, escribió:

«Esta es la respuesta más competente y destructiva a la filosofía socialista que se ha dado desde que Böhm-Bawerk, otro economista austriaco, también graduado de la Universidad de Viena, publicó su memorable Carlos Marx y EL FINAL DE SU SISTEMA en 1898.

La obra de Mises es mucho más que eso. Böhm-Bawerk se limitó principalmente a examinar críticamente la teoría económica de Marx. Mises, posiblemente en la creencia de que Böhm-Bawerk mostró abundantemente lo inadecuado del análisis marxista estrictamente económico del capitalismo, ya no se refiere a ese tema excepto en forma incidental. Pero él se da cuenta de que el socialismo no depende exclusivamente del análisis económico marxista; y, por consiguiente, se dedica a la tarea mucho más amplia de examinar todos los argumentos en contra del capitalismo o a favor del socialismo, cualquiera que sea su origen».

El Socialismo de Mises fue una obra revolucionaria en su crítica del orden socialista. Por primera vez en la historia del marxismo, un estudioso reveló su fundamental deficiencia económica: Su incapacidad para resolver el problema del cálculo económico.

Sin el denominador común para el cálculo económico que es el precio de mercado, una sociedad socialista no puede asignar racionalmente su capital, su tierra, su fuerza laborante y otros recursos y no puede distribuir justamente los resultados de la producción. No podría determinar si su producción resulta en una ganancia o en una pérdida social. No podría determinar ni la contribución hecha por cada trabajador ni la recompensa ganada por cada uno. Para expresarlo brevemente, no podría comparar racional y económicamente la multiplicidad de costos con los resultados de la producción.

El profesor von Mises no se siente optimista respecto de nuestro futuro. «El capitalismo, escribe, ha elevado el nivel de vida de las masas a un punto que nuestros ancestros no pudieron haber imaginado. El intervencionismo y los esfuerzos por introducir el socialismo han estado en operación durante algunas décadas con el propósito de destruir las bases del sistema económico mundial».

La obra de Mises, «Gobierno Omnipotente», fue publicada por primera vez en 1944, cuando 57 naciones estaban en una guerra total que destruyó más de 15 millones de combatientes, e innumerables mujeres y niños. Esta obra ofrece una explicación ideológica de los conflictos internacionales que causaron las dos Guerras Mundiales y que continúan produciendo guerras por todo el mundo.

El profesor Mises ilustra su posición por medio de un examen de la caída de Alemania, empezando con el colapso del liberalismo clásico hasta el surgimiento del nacionalismo y el socialismo. Pero Alemania es sólo un ejemplo de lo que vendrá toda la civilización occidental esta en juego.

Una paz duradera, concluye Mises, es posible solamente bajo un régimen de capitalismo perfecto y gobierno laissez-faire; un mundo de mercados libres, libre movimiento de capital y fuerzas de trabajo e igual tratamiento de todos bajo una misma ley. La interferencia del gobierno en los negocios persigue la autarquía. Pero el proteccionismo y la autarquía significan discriminación en contra del capital, las fuerzas laborales extranjeras y crean así conflictos internacionales.

Las mismas ideas que producen serios conflictos locales entre clases sociales y razas también generan conflictos internacionales y guerras. «Los Progresistas» de casa y los de fuera persiguen la igualdad de ingresos. Pero su propia política resulta en la perpetuación de las desigualdades que hay entre clases sociales y naciones.

Según las propias palabras de Mises: «Las mismas consideraciones que empujan a las masas de un país hacia una política de igualdad de ingreso, conducen a los habitantes de los países relativamente superpoblados a una política agresiva hacia los países relativamente despoblados. No están preparados para aguantar para siempre su pobreza relativa simplemente porque sus ancestros no fueron lo suficientemente inteligentes para asentarse en áreas mejor favorecidas por la naturaleza».

«Lo que los ‘progresistas afirman respecto de asuntos domésticos que las ideas tradicionales de libertad solamente son un fraude en lo que concierne a los pobres y que la verdadera libertad significa igualdad de ingresos los campeones de las ‘naciones pobres declaran respecto de las relaciones internacionales».

En nuestro país y en el extranjero se consideran a sí mismos revolucionarios que luchan por la igualdad económica, y proclaman el derecho de obtenerla por la fuerza si es necesario. Esta es la razón por la cual nuestro tiempo se caracteriza por el perpetuo conflicto.

Según Mises: «El control gubernamental de los negocios engendra conflictos para los cuales no es posible encontrar una solución pacífica. Fue fácil evitar que pasaran las fronteras bienes y hombres sin armas; es mucho más difícil evitar que los ejércitos traten de hacerlo. Los socialistas y otros ‘estatistas fueron capaces de no poner atención o de silenciar las advertencias de los economistas. Pero no pudieron hacer a un lado o silenciar el rugir de los cañones y la explosión de las bombas.

Toda la oratoria de quienes abogan por el gobierno omnipotente no puede anular el hecho de que sólo hay un sistema que conduce a la paz duradera: una economía de mercado libre. El control gubernamental conduce al nacionalismo económico y, por consiguiente, produce conflictos».

El ensayo Burocracia fue escrito y publicado por primera vez en 1944. Su propósito principal es investigar el contraste entre la administración burocrática y la administración comercial, y constituye un valioso aporte al gran debate histórico entre el individualismo y el colectivismo.

El profesor Mises no condena ni culpa a la burocracia. Simplemente explica su significado y describe sus correctas esferas de aplicación. En ciertos campos puede muy bien ser el único método posible para manejar los asuntos. Un cuerpo policial, por ejemplo, o los marinos, no pueden ser administrados por un método de administración de negocios. Puesto que no pueden vender sus servicios en el mercado. Por valiosos e indispensable que sus logros puedan ser, no tienen ningún precio en el mercado y, por consiguiente, no pueden ser calculados en una expresión de pérdidas y ganancias. Pero siempre que el gobierno trata de aplicar administración burocrática a los negocios privados, los resultados son a menudo decepcionantes. Los objetivos sociales y políticos normalmente trascienden el cálculo racional de costo y producción, y por ello producen ineficiencia económica y complacencia burocrática. Cuando la producción económica es completamente burocratizada, el individuo se pierde en un laberinto de regulaciones. La juventud es condenada a una apática vida de subordinación y obediencia.

Según las propias palabras de Mises: «Los puestos en el gobierno no ofrecen ninguna oportunidad de mostrar los propios talentos. La regimentación significa la muerte de la iniciativa. El joven no se hace ilusiones acerca de su futuro. El sabe lo que le espera. El conseguirá un puesto en uno de los muchos bureaus; él será solamente un tornillo en la gran máquina, cuyo funcionamiento es más o menos mecánico. La rutina de la técnica burocrática lisiará su mente y atará sus manos. Nunca tendrá libertad para hacer sus propias decisiones y construir su propio destino. Nunca será un hombre verdadero que confía en su propia fuerza. Se estremece a la vista del enorme edificio de oficinas en el cual se enterrará».

En 1957, Mises agregó Teoría e Historia a su impresionante lista de publicaciones. Esta obra es el tratado filosófico de Mises que sintetiza sus ideas acerca de lo que el hombre puede conocer en el mundo. Puesto que el hombre siempre ha fracasado en su intento de llenar el abismo entre espíritu y materia, tiene que adoptar un método dualista o el dualismo metodológico.

Según Mises, este dualismo «simplemente tiene en cuenta el hecho de que no sabemos cómo es que los acontecimientos externos físicos, químicos y fisiológicos afectan el pensamiento, las ideas y los juicios de valor. Esta ignorancia divide los reinos del conocimiento en dos campos separados, el reino de acontecimientos externos, generalmente llamados naturaleza, y el reino del pensamiento y la acción humana».

Con plena conciencia de este dualismo y conocedor de las limitaciones del conocimiento humano, el profesor Mises defiende las ciencias de la acción humana de las filosofías y doctrinas que niegan su propia existencia. Especialmente, refuta las distorsiones positivistas y fisicalistas del determinismo; las doctrinas del materialismo, positivismo y conductismo, historicismo y relativismo.

Las ideologías contemporáneas, según Mises, se caracterizan por su rechazo inmediato de la libertad individual y de la propiedad privada en la producción económica. «Millones de personas hoy en día apoyan con entusiasmo la política que persigue reemplazar la libre planificación de cada individuo por la planificación de una autoridad. Añoran la esclavitud».

«Por supuesto que los campeones del totalitarismo dicen que lo que desean abolir es solamente la ‘libertad económica y que todas ‘las demás libertades seguirán intactas. Pero la libertad es indivisible. La distinción entre la esfera económica de la vida humana y la esfera no económica es la peor de sus falacias.»

«Si una autoridad omnipotente tiene el poder necesario para asignar a cada individuo las tareas que tiene que cumplir, nada de lo que puede llamarse libertad le queda Solamente tiene la posibilidad de elegir entre la obediencia estricta y la muerte por hambre».

Aun el examen más superficial de las grandes obras de von Mises sería incompleto si no mencionara su magnum opus, La Acción Humana. Cuando apareció por primera vez, su amigo Henry Hazlitt escribió en Newsweek (sept. 1949):

«No conozco ninguna otra obra que comunique al lector una visión tan clara de la íntima interconexión de todos los fenómenos económicos. Nos hace darnos cuenta de que es imposible estudiar o comprender los «pactos colectivos» o los ‘problemas laborales aisladamente; o comprender los sueldos sin tener en cuenta los precios o las tasas de interés o las pérdidas y ganancias, o comprender cualquiera de éstos aparte de los demás, o el precio de cualquier cosa independientemente de los precios de otras cosas...».

«La Acción Humana

es, para decirlo brevemente, la expresión más sincera y a la vez más rigurosa de la filosofía capitalista que hasta ahora ha sido publicada...»

Finalmente, el ensayo más reciente de Mises, The Historical Setting of the Austrian School of Economics , ofrece un breve examen del marco histórico en el cual nacieron no solamente la economía racional, sino también el estatismo y el socialismo que están minando las bases y el bienestar de la civilización occidental. Este folleto y todas las obras de Mises son lectura obligada para todo aquel que se preocupa por el futuro del hombre.