Año: 25, Mayo 1983 No. 533

El IVA: Arma de Dos Filos

Vicente Mardelaz

En el mundo entero, las finanzas públicas están en crisis. Los ingresos fiscales captados a través de sistemas tributarios arcaicos no alcanzan para cubrir los presupuestos nacionales. El gasto deficitario, financiado con emisión de moneda, ha desencadenado los procesos inflacionarios que hoy golpean a numerosas poblaciones. El endeudamiento ha dejado de ser un recurso viable: las economías debilitadas limitan las posibilidades de deuda interna y las fuentes internacionales de financiamiento están agotadas.

El panorama sombrío ha llevado a muchas naciones a poner en tela de juicio los criterios fiscales del pasado. Los cantos de sirena del impuesto progresivo a la renta se han vuelto discordantes. Los impuestos que gravan las actividades productivas para subsidiar actividades parasitarias reducen el incentivo para producir y limitan las posibilidades de bienestar duradero. En última instancia, la única fuente de ingresos fiscales es la riqueza generada por la inversión y el trabajo. Los impuestos que estrangulan la generación de riqueza agotan el manantial de donde brotan los ingresos fiscales.

En busca de una respuesta, políticos y académicos a ambos lados del Atlántico y a ambos lados del Ecuador han elevado al debate público un impuesto nuevo EL IMPUESTO AL VALOR AGREGADO como solución posible a los tormentos fiscales. Pero como se ha demostrado en algunos de los países que lo han adoptado, el IVA es un arma de das filos.

IVA: DEFINICION Y CARACTERISTICAS

El Impuesto al Valor Agregado es, como su nombre lo indica, un gravamen al valor que los diferentes procesos productivos agregan a los recursos que utilizan. Desde el punto de vista de una empresa, la diferencia entre las ventas totales y los insumos comprados (maquinaria, materia prima, electricidad, transporte, etc.) es el valor que la empresa «agregó», es decir, la base del impuesto al Valor Agregado. Antes de llegar al consumidor final los bienes pasan por diferentes etapas de transformación y distribución. Cada etapa sucesiva agrega valor. El impuesto a pagar es ese valor agregado multiplicado por la tasa del IVA.

Un IVA de tasa única, que grave el valor agregado de la totalidad de la actividad privada, parece ajustarse mejor que otros impuestos a los criterios de justicia, eficiencia, neutralidad y certeza. Es justo, porque no favorece a unos sectores a expensas de otros, ni delega en funcionarios potencialmente sobornables la determinación del monto a pagar. Es eficiente, porque reduce los costos de recaudación y dificulta la evasión. La amplitud de la base permite que una tasa baja genere ingresos fiscales adecuados. La distribución pareja de la carga fiscal entre un gran número de contribuyentes reduce el compromiso tributario de cada uno, eliminando el incentivo de contratar abogados o contadores para buscar formas de eludir el impuesto. Es neutro, porque no discrimina entre actividades o sectores y altera menos que otros impuestos la canalización de los recursos. Es certero, porque cada contribuyente puede determinar con precisión el monto a pagar, mediante un cálculo sencillo basado en un mínimo de registros contables y comprobantes.

Pero la propia simplicidad del IVA podría ser su principal debilidad: la adopción de un sistema tributario, cuyo componente principal sea el IVA, implica la reducción del aparato estatal montado para diseñar, aplicar y fiscalizar las complejas estructuras fiscales tradicionales. Algunos altos funcionarias, que han alcanzado preeminencia por su vinculación con la política fiscal, podrían objetar el cambio.

IVA: PELIGROS EN SU APLICACION

En los años sesenta, dos ideas fascinantes dominaban las universidades del mundo libre: la función del gobierno como rector de la actividad económica, y la redistribución de la riqueza como pilar de la justicia social. Ambas ideas han desaparecido de los principales foros universitarios, desacreditadas por la secuela de pobreza que dejaron las políticas económicas en ellas inspiradas.

Sin embargo, muchos de los altos funcionarios de hoy completaron sus estudios universitarios en los años sesenta. Muchos siguen fascinados por la justicia social y el dirigismo estatal.

En manos de estos tecnócratas, el Impuesto al Valor Agregado puede convertirse en una bomba de tiempo. El IVA, hábilmente manipulado, puede ser el más injusto, ineficiente u discriminatorio de los impuestos, cuya implantación sóloagudizaria la crisis de las finanzas públicas y el deterioro económico.

Por ejemplo, un IVA de tasa múltiple confiere al gobierno poder para dirigir las recursos hacía aquellas actividades favorecidas con tasas más bajas, o induce a la ciudadanía a buscar arreglos con los empleadas públicos para obtener clasificaciones favorables. Un IVA que exonera la prestación de servicios profesionales o la agricultura de exportación incita a otros sectores influyentes a buscar trato preferencial y puede dar lugar a corrupción administrativa.

Un sistema híbrido que incorpore el IVA sin eliminar el impuesto progresivo a la renta equivale a incentivar la inversión con una mano (a través del IVA) y simultáneamente estrangular la

Inversión con la otra (a través del ISR). Una sustitución de impuestos timorata o gradual perpetúa los defectos del sistema obsoleto, y no permite cosechar los beneficios potenciales del sistema nuevo. El cuadro de la página siguiente muestra cómo se afectaría el ingreso fiscal con la aplicación del IVA combinación con algunos de los impuestos existentes.

LA TRAMPA FISCAL

Confrontados con una captación insufciente de ingresos fiscales, muchos gobiernos han caído en la trampa de incrementar las cargas tributarias. Pero los ingresos fiscales no escapan a la Ley de Rendimientos Decrecientes. TODO AUMENTO EN LOS IMPUESTOS AFECTA NEGATIVAMENTE EL CRECIMIENTO DE LOS INGRESOS FISCALES A LARGO PLAZO, al desencadenar los efectos siguientes:

1. Eleva los costos de recaudación y fiscalización.

2. Aumenta el incentivo para evadir o eludir el impuesto.

3. Propicia la aplicación discriminatoria de impuestos y la corrupción administrativa.

4. Agudiza el deterioro económico y la capacidad tributaria.

En consecuencia, los sistemas híbridos que incorporan el IVA sin eliminar los impuestos que constituyen gravámenes significativos para el sector productivo, no consiguen equilibrar las finanzas públicas y reducen las oportunidades futuras de trabajo y bienestar.

Sólo una reforma tributaria basada en el análisis ecuánime de relaciones de causalidad puede resolver la crisis de las finanzas públicas y generar crecimiento económico sostenido.

EVALUACIÓN DE ALGUNOS POSIBLES SISTEMAS HIBRIDOS

Combinación de IVA con algunos
Impuestos Existentes

Efectos en los Ingresos Fiscales

Efectos Colaterales

IVA + Impuestos sobre transacciones comerciales (alcabala, timbres, etc.)

Bajan

Tributación múltiple. Alza de precios. Reduce competitividad de pequeños comercios.-

IVA + Impuesto Sobre la Renta de las Empresas

Bajan

Doble tributación. Freno a la inversión. Aumentan desempleo y nivel general de precios.

IVA + Impuesto Sobre la Renta de las personas individuales

Suben

Reduce poder adquisitivo de las unidades familiares. Reduce el nivel de vida de la clase media y ahorro nacional.

IVA + Impuesto de Importación

Suben

Disminuyen el incentivo para alterar facturas. Encarecimiento significativo de los artículos importados terminados.  Traslado de consumo a manufacturas nacionales.

IVA + Impuestos de Exportación

Bajan

Doble tributación. Falta de competitividad de producción nacional en mercados mundiales.  Quiebra de agroindustrias marginales.

IVA + Impuestos sobre consumo de licores y tabaco

Suben

Demandas inelásticas de esos productos asegura consumo estable y permiten trasladar impuestos al consumidor.  Suben precios de licores y tabacos.

IVA + Impuesto Territorial

Suben

Reduce evasión en compra-venta de propiedades.  Reduce retención de tierras ociosas para fines especulativos.

Nota.- Estimaciones de tendencias basadas en el Modelo Laffer y el efecto histórico de los aumentos de tasas impositivas.

«El IVA, hábilmente manipulada, puede ser el más injusto, ineficiente y discriminatorio de los impuestos, cuya implantación sólo agudizarán la crisis de las finanzas públicas y el deterioro económico».