Año: 32, Agosto 1990 No. 707

N. D . En cualquier país al borde de la hiperinflación el tema monetario es de interés público. Muchos se preguntan por qué en esa situación la gente parece consumir cosas que no necesita ni quiere realmente, o por qué compra dólares o alhajas. En última instancia el dinero es una mercancía especial, pero mercancía a fin de cuentas. Si la calidad es mala, o es sobreabundante, la gente la rechaza. En esta nota, tomada del libro LIBERTAD DE ELEGIR, Friedman nos recuerda la naturaleza mercantil del dinero con un ejemplo histórico.

BILLETES DE TABACO

Por Milton Friedman

La única cosa que todos los artículos utilizados como dinero han tenido en común es su aceptación, en un lugar y. período concreto, a cambio de otros bienes y servicios en la creencia de que otros aceptarán dichos artículos del mismo modo.

Un tipo de dinero muy interesante y del cual se pueden extraer muchas enseñanzas, utilizado en las colonias norteamericanas, fue.el tabaco de Virginia, Maryland y Carolina del Norte: Andrew White, en su libro MONEDA Y BANCA, de 1896, relata que «La primera ley aprobada por la primera Asamblea General de Virginia, el 31 de julio de 1619 (doce años más tarde del desembarco del capitán John Smith y el establecimiento en Jamestown del primer asentamiento permanente en el Nuevo Mundo), se refería al tabaco. Fijaba el precio de este importante producto a tres chelines el mejor y a 18 peniques la libra del segundo tipo (...).. El tabaco se utilizaba ya como la moneda local».

En varios períodos el tabaco fue declarado la única moneda legal. Continuó siendo un medio básico de pago en Virginia y en las colonias vecinas durante cerca de dos siglos, hasta mucho después de la revolución norteamericana. Era la moneda que los colonos empleaban para comprar comida, ropa, para pagar impuestos e incluso comprar una novia. El historiador Robert Chalmers narra: «El reverendo Sr. Weems, un escritor de Virginia, insinuaba que habría dado lo que cuesta el corazón de un hombre para ver a los galantes jóvenes de Virginia correr en dirección al muelle cuando llegaba un barco de Londres, trayendo cada uno un paquete del mejor tabaco bajo el brazo y llevándose consigo una bonita y virtuosa joven esposa». Y otro escritor, citando este párrafo, observa que «deben de haber sido fornidos, además de galanes, para correr con un paquete bajo el brazo que pesa de 45 a 70 kg.»

Como pasa con el dinero, ocurrió también con el tabaco. El precio original asignado al tabaco en términos de la moneda inglesa era mayor que su costo de producción, de modo que los plantadores de tabaco se dedicaron a producir una cantidad cada vez mayor. En este caso la oferta monetaria creció. Como ocurre siempre que la cantidad de dinero aumenta con mayor rapidez que la de bienes y servicios que se pueden comprar con este dinero, los precios de los otros bienes aumentaron en términos de tabaco drásticamente. Antes de que la inflación acabara, cerca de cincuenta años mas tarde, los precios en términos del tabaco se habrán multiplicado por cuarenta.

Los cultivadores de tabaco estaban muy descontentos con la inflación. Los precios mas altos de los otros bienes, en términos de tabaco, implicaban que el tabaco podía comprar una cantidad menor de esos otros bienes. El precio del dinero en términos de bienes es lo contrario del precio de los bienes en términos de dinero, Como es común, los cultivadores de tabaco pidieron ayuda al estado. Se aprobaron muchas leyes que impedían a ciertas clases de individuos plantar tabaco, permitían la destrucción de parte de la cosecha y prohibían la plantación de tabaco durante un año. No sirvieron de nada. Finalmente, los colonos intervinieron directamente, se agruparon, y fueron por los campos destruyendo las plantaciones de tabaco. C.P. Nettels cuenta que «Los daños alcanzaron tales proporciones que en abril de 1684 la Asamblea aprobó una ley que declaraba que estos grupos habían sobrepasado los límites del motín, y que su objetivo era la subversión del gobierno. Se legisló que si un grupo de ocho o más personas destruía las plantaciones de tabaco, se les debería prender, declarar traidores y condenar a la pena de muerte».

El tabaco como medio de pago ilustra vivamente una de las leyes más antiguas en economía, la de Gresham: «Elmal dinero desplaza al bueno». Los plantadores de tabaco, que tenían que pagar impuestos u otras obligaciones en términos de tabaco, utilizaron comprensiblemente el tabaco de la peor calidad para saldar estas obligaciones y se quedaron con el de mejor calidad para portarlo a fin de conseguir monedas «fuertes» es decir, la libra esterlina británica. Como consecuencia, sólo el tabaco de pobre calidad tendía a circular como dinero. Se emplearon todos los recursos del ingenio humano para conseguir, que del tabaco aparentara una calidad superior a la real. En 1698 en Maryland se hizo necesario legislar contra el fraude de empaquetar hojarasca en barriles de gran capacidad que contenían tabaco de buena calidad en la parte de arriba Virginia adoptó una medida similar en 1705, pero aparentemente no sirvió de nada?:

El problema de la calidad del tabaco se solucionó un poco cuando en 1727 se legalizaron los «billetes de tabaco». Eran certificados de depósito emitidos por los inspectores. Fueron declarados por la ley de curso legal y utilizables para pagar todas las deudas de tabaco en el interior de la zona en que se encontraba el almacén en el que se depositó el tabaco y se emitieron los certificados. A pesar de los numerosos abusos que se cometieron con este sistema, estos recibos desempeñaron el papel de moneda hasta el principio del siglo diecinueve.

No fue éste el último empleo del tabaco como dinero. Durante la Segunda Guerra Mundial los cigarrillos se extensamente como medio de intercambio en los campos de prisioneros alemanes y japoneses. Tras ella, los cigarrillos se continuaron utilizando como dinero en Alemania durante el período en que las autoridades de ocupación impusieron un tope a los precios en moneda legal muy por debajo de los niveles que habrían equilibrado el mercado. El resultado fue la destrucción de la utilidad que tenía el dinero legal. La gente empleaba el trueque y utilizaba los cigarrillos como medio de cambio para pequeñas transacciones, usando el brandy para las grandes, sin duda el medio de pago más líquido del que tengamos constancia! La reforma monetaria de Ludwig Erhard acabó con este instructivo y destructivo episodio.

Los principios generales ejemplificados en el dinero-tabaco utilizado en Virginia siguen vigentes en la era moderna, a pesar de que el dinero-papel emitido por el estado y los asientos contables denominados depósitos han reemplazado a las mercancías o a los recibos de los almacenes de tabaco por bienes como el dinero básico de la sociedad.

Sigue siendo tan cierto ahora como antes que un aumento más rápido de la cantidad de dinero que de la de bienes y servicios que se pueden comprar provocará una inflación, aumentando los precios en términos de ese dinero. La razón por la que la cantidad de dinero aumenta no importa. En Virginia la cantidad de dinero-tabaco creció y dio lugar a una inflación de precios en términos de tabaco debida al hecho de que el costo de producción del tabaco en términos de trabajo y otros recursos se redujo drásticamente. En la Europa medieval, la plata y el oro eran los medios de pago dominantes; la inflación de precios expresada en términos de oro y plata se produjo porque los metales preciosos procedentes de México y América del Sur inundaron Europa a través de España. A mediados del siglo XIX la inflación de precios en términos del oro se produjo a escala mundial debido a los yacimientos de oro de California y Australia, y años más tarde, desde la década de 1890 hasta 1914, a causa de la afortunada aplicación comercial del proceso del cianuro en la obtención de oro a partir de un mineral aurífero con escasa concentración, principalmente en Africa del Sur.

Hoy en día, cuando los medios comúnmente aceptados de pago no tienen ninguna relación con una mercancía dada, el estado determina la cantidad de dinero en todos los países. Este y sólo éste es responsable de cualquier aumento rápido de la cantidad de dinero. Ese hecho real ha constituido la fuente principal de confusión sobre las causas y remedios de la inflación. El dinero no es una invención estatal ni el producto de un acto legislativo. La sanción o aprobación por parte de la autoridad estatal es, pues un factor ajeno al concepto del dinero. El hecho de que unas determinadas mercancías alcancen la categoría de dinero surge espontáneamente de las relaciones económicas existentes sin que sea necesaria la intervención estatal. Carl Menger, «Principios de Economía Política», 1871