Año: 37, Mayo 1995 No. 805

N. D. Este trabajo es parte del capítulo 8 del libro EL PROCESO ECONOMICO del Dr. Manuel F.. Ayau Cordón. El autor explica en este libro los mecanismos que hacen funcionar una economía de mercado, a la vez que expone Sus fundamentos sociales y éticos. Explica temas que suelen ser polémicos en una forma muy sencilla y clara. Entre esto, temas destacan: La Cooperación del Mercado; El Dinero; La Fundación del Capital y la Remuneración del Trabajo; El Mercado Interferido; lmpuestos; Bolsa de Valores y la Fundación Social de la propiedad privada entre otros.

LA DETERMINACION DEL SALARIO

Por Manuel F. Ayau

Hay una «Ley» económica (ley en sentido que tiene validez universal y temporal) que enuncia: el nivel de salarios en cada clasede actividad lo determina la productividad marginal del trabajo. Esa ley, al igual que la ley de gravedad o las leyes de termodinámica, no la puede derogar congreso alguno ni la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

¿Qué quiere decir esa Ley? Primero, algunas aclaraciones:

Al hablar de salarios, me refiero a la remuneración total del trabajador, es decir, a la suma de lo que se le paga en efectivo, más el costo de lo que se le paga en especie. Lo que se le paga en especie consiste de ración de comida, seguro social, tiempo no trabajado pero pagado y cualquier otro gasto causado por el hecho de trabajar.

Segunda aclaración: cuando hablamos de un nivel de salarios, no nos referimos a un nivel preciso, sino a una franja, en la que hay cabida para cierta diversidad de calidad de trabajo entre cada trabajador y para las distintas condiciones de trabajo, como la calidad de la dirección de la producción. Y las distintas calidades de los equipos (el capital) para producir. Los patronos menos competentes en dirigir y coordinar los esfuerzos productivos pagarán salarios en la parte inferior de la franja, así como los que cuentan con equipo más eficiente o mejor dirección podrán estar en la parte superior de la franja.

Tercer aclaración. Obviamente, con el salario no se compra a la persona humana que es el trabajador. Tampoco se paga por el hecho de simplemente trabajar, sino por el hecho de producir. Es para obtener propiedad del producto del trabajo que se remunera a las personas. Es así que el nivel de los salarios es derivado del precio del producto final, el cual depende. de muchos factores y circunstancias ajenas al patrono, como son el poder adquisitivo y las preferencias de los consumidores del producto final (la demanda), así como la cantidad de bienes y servicios, iguales o diferentes pero sustitutivos, que la sociedad produce (la oferta).

Para comprender qué significa productividad marginal del trabajo, recordemos que para producir una unidad más, tenemos que agregar las correspondientes cantidades de recursos adicionales y complementarios, incluyendo trabajo. Para obtener esos recursos, todos los cuales tienen sus usos alternos, es necesario pujar su precio para desplazar a otros posibles competidores por los mismos. (Si no hubiese otros competidores por los recursos, sus precios bajarían. El hecho de que no se ofrecen por precio más bajo del que tienen. demuestra que tienen otros usos y que, por ello, otros los están adquiriendo).

Vemos así cómo, por ejemplo después de un terremoto, para que trabajadores acudan al mercado de albañiles y abandonen la ocupación en la que estaban antes del terremoto, el salario de albañiles tiene que aumentar con relación al salario de las otras actividades. En la misma forma, si se desea atraer más operarios a alguna actividad, habrá que atraerlos de alguna otra ocupación, donde ya están ganando el salario que prevalece en el mercado.

El ofrecer más salario para atraer más trabajadores a alguna actividad implica aumentar los salarios de todos los que ya están en esa actividad. Es decir que incrementar la producción un poco más, implica aumentar el gasto laboral de producir todas las unidades producidas y no sólo de las incrementales. Ese aumento de costo promedio, obligado por el hecho de incrementar la cantidad en una unidad más (el costo marginal) obligaría a subir el precio del producto para compensarlo, hasta un límite establecido por el precio mismo del producto. Si para aumentar una unidad más de producción el aumento de gasto ya no lo cubre el incremento en el ingreso, evidentemente desaparecerá el incentivo de producirla y ya no se producirá. Si, por el contrario, produciendo una unidad más, el aumento del ingreso bruto es tal que además de absorber el aumento general del costo, aumenta la ganancia, existirá el incentivo para aumentar la producción y consecuentemente para aumentar los salarios en el grado necesario para atraer más trabajadores a esa actividad.

El proceso funciona igual al revés. Si disminuir la producción en una unidad permite disminuir el costo de todas las unidades y consecuentemente aumentar las ganancias, existirá el incentivo para disminuir la producción. Ello sucede cuando en el mercado el precio del producto baja: se baja el salario en esa actividad, y los trabajadores que tienen. mejores oportunidades son los primeros que se van.

En cualquiera de los casos, el nivel de salario lo determinará la productividad del trabajo en ese «margen», es decir, en el límite en el cual el efecto en el costo de aumentar la producción en una unidad más o disminuirla en una unidad menos, se iguala el costo al precio del producto. En ese punto, producir una unidad menos o una unidad más haría disminuir la ganancia. Claro, no existe un precio preciso perceptible, pero las personas siempre tenderán a igualar el costo marginal al precio esperado del producto, porque es en ese punto donde ganan más.

Ahora bien, si debido a la mecanización de las tareas en esa actividad, la productividad de trabajo ha aumentado a manera de bajar el costo de mano de obra por unidad, aumentando así la diferencia entre costo y precio, ello permitirá aumentar el volumen de producción sin alterar el precio porque se podría sustraer a más trabajadores de otras actividades ofreciendo mayores salarios, pero, para subir el volumen de las ventas, el precio relativo del producto, tendría que bajar, el aumento de productividad coloca al patrón en situación donde nuevamente va a considerar hasta qué punto le conviene aumentar el volumen de producción y consecuentemente los salarios para aumentar su ganancia.

El hecho de tener que aumentar salarios para atraer trabajadores para aprovechar la nueva productividad, puja todos los salarios de la comunidad para arriba, pues quienes corren el riesgo de perder trabajadores cuando a éstos se les presentan mejores oportunidades, tendrán que aumentar los salarios de sus propios trabajadores también. Es así que el aumento de la productividad marginal del trabajo afecta los salarios de todos, tanto los salarios nominales y reales de los trabajadores que trabajan en la actividad de mérito, donde ocurre el aumento de productividad marginal, como el salario nominal y real de los trabajadores que ahora pueden comprar el incremento de esa producción. El aumento total de ese beneficio será igual a la economía lograda por el aumento de productividad. Es de esa economía que salen los aumentos de salarios.

Para la producción de cualquier cosa se combinan diversos recursos, y entre ellos muchos son sustitutivos. Los factores de producción complementarios se pueden aprovechar hasta donde lo permite el más escaso de ellos. El trabajo es el recurso más escaso en el sentido que cualquier producción necesita algún esfuerzo humano. Siendo que la disponibilidad de trabajo es la que pone límite a la cantidad de otros recursos que una sociedad puede aprovechar, el aumento de productividad causado por la máquina (el capital) aumenta la disponibilidad de trabajadores para poder producir otros bienes y

servicios que de otra manera no podrían estar disponibles.

En una economía de mercado, mientras mayor es la disponibilidad de trabajo, mayor será la producción. Ello será cierto a cualquier nivel de productividad del trabajo. Nunca habrá desempleo por falta de cosas que hacer en tanto existan necesidades humanas insatisfechas.

Cuando el trabajo abunda en un sector de la economía, si no existe rigidez que lo impida, el resultado es que parte se mueve a otros sectores que estaban menos atendidos, pero el nivel de salarios en general habrá aumentado en todas las actividades, aún en las que estaban desatendidas, debido al aumento en la productividad del trabajo al margen.

LOS REQUERIMIENTOS DE CAPITAL

El monto de capital requerido por plaza de trabajo se calcula dividiendo la inversión total en la empresa entre el número de trabajadores empleados. Esto varía mucho de empresa a empresa, como se puede apreciar en las siguientes tablas:

Los datos de las tablas 1 y 2 provienen de las 500 compañías más prósperas de E.E.U.U. Según la revista FORBES (24 de Abril de 1995, Vol. 155, No. 9)

(en millones)

Totales de 1994

Tabla No. 1

Ventas
$
Ganancias
$
Activos
$
Valor Mercado
$
Empleados
(número)
4,100,100 250,000 9,700,100 3,800,000 20.2

Podemos entonces establecer las siguientes relaciones:

Ganancias sobre ventas: 6.1%

Ganancia sobre valor mercado: 6.6%

Inversión en Activos por empleado: $480,1 98.01

Tabla No. 2

COSTO POR PLAZA DE TRABAJO

INDUSTRIA COSTO INDUSTRIA COSTO
Petróleo $737,300 Equipo Industrial $95,300
Servicios $171,000 Servicios de Salud $188,500
Transporte Marítimo $65,300 Fotografía y Juguetes $174,700
Metales no ferrosos $295,300 Textiles $78,700
Líneas Aereas $166,200 Cinematográfica $639,900
Químicos Especializados $238,200 Papel y madera $252,700
Salud, Medicinas, Drogas $323,400 Distribución de Alimentos $110,500
Empresas Eléctricas $1,089.36 Supermercados, Restaurantes $57,400
Aeroespacial y Defensa $131,300 Hotelería $71,300
Servicios Industriales $85,800 Bebidas $220,700
Equipo Eléctrico $125,900 Medio Ambiente $238,000
Equipo Pesado $174,900 Computadoras Telecomunicaciones $376,600
Línea Blanca $135,900 Construcción $221,800

El capital invertido per cápita en los distintos países con relación a los ingresos per cápita de distintos países fue como sigue:

Tabla No. 3

PAIS Capital invertido
por trabajador $
Ingreso Mensual
Promedio $
E.E.U.U. 33,540.00 828.00
Suecia 30,450.00 605.0033
Canadá 26,700.00 563.00
Alemania 17,040.00 386.00
Bélgica 20,600.00 392.00
Finlandia 18,080.00 253.00
Inglaterra 12,960.00 321.00
Grecia 7,320.00 120.00
Argentina 3,800.00 136.00
Panamá 3,800.00 123.00
Jamaica 3,430.00 68.00
Portugal 2,884.00 114.00
Costa Rica 3,298.00 112.00
Colombia 2,635.00 51.00
Honduras 2,690.00 62.00
Korea 1,185.00 38.00
Tailandia 621.00 19.00
Sri Lanka 650.00 39.00

En US$ de 1,977 Datos obtenidos de Cómo Mejorar el nivel de Vida, UFM

SOBRE LA DISTRIBUCIÓN DE LOS INGRESOS

Evidentemente, aunque para comunicarnos hablamos de pagos a empresas, todos los pagos son a personas reales. A las cosas, a los recursos, a las empresas no se les puede pagar, cuando se paga por una cosa se está transfiriendo la propiedad de un producto, y se le está pagando a alguien de carne y hueso.

Imaginariamente sigamos la pista a un billete de cien pesos que le pagamos a una empresa «típica». De cada cien pesos que vende una empresa «típica» ésta destina unos cuarenta y cuatro pesos a sueldos y salarios, unos cincuenta a proveedores y unos seis a los propietarios. Los pagos a empresas proveedoras (entre los cuales incluimos al Gobierno), constituyen, a su vez, el ingreso de las mismas, las que habrán recibido, en nuestro ejemplo, cincuenta de los cien pesos. Esos cincuenta pesos se gastarán «típicamente» en las mismas proporciones de nuestro ejemplo, de manera que en sueldos y salarios, veintidós pesos (44%), en proveedores veinticinco (50%), y a los dueños, tres (6%).

Nuestros cien pesos siguen dividiéndose, pues los veinticinco que representan el ingreso a proveedores se gastarán en las proporciones típicas de nuestro ejemplo, once pesos en sueldos y salarios, doce y medio a proveedores, y uno y medio a los dueños.

Si seguimos el ejemplo hasta el destino final de nuestros cien pesos imaginarios, le habrán tocado a trabajadores y asalariados, 88 pesos, y los dueños, 12 pesos.

Por supuesto que lo anterior es solamente un ejercicio imaginario, pero sirve para darnos una idea del orden de magnitud, aproximado a lo que es la realidad, para apreciar que de todas maneras, la mayoría de lo gastado, en última instancia, terminará en manos de los trabajadores.

Desde que se generalizó en el mundo la concepción de la sociedad dividida en secciones o clases, atribuyéndoles intereses propios de las clases, sin movilidad entre sectores, inclusive en conflicto con los de otras clases, hasta con estructuras lógicas distintas, en el supuesto de que el quehacer económico es un «juego de suma cero» (en el que lo que unos ganan es lo que otros pierden), y no que es un «juego de suma positiva» (en el que todos ganan), se generalizaron muchas ideas equivocadas sobre lo que es la realidad tanto de las ganancias como de la función de las empresas (llamados «clase patronal»).

Los empresarios son intermediarios. Venden lo que su clientela está dispuesta a comprar porque satisface sus prioridades dentro de su limitado poder de compra, en competencia con otros que también quieren vender. Por otro lado, en papel de cliente, compran a otros los insumos necesarios para producir el bien o servicio que ofrecen en competencia con otros que también quieren comprar. Evidentemente, no pueden pagar más de lo que pueden recuperar después de sus clientes por mucho tiempo, pues perderían su patrimonio.

Si bien todo vendedor y comprador contribuye e influye en la formación de los precios, la influencia es mínima y con muy raras excepciones los precios son, para efectos prácticos, dados por el mercado. Por ello se dice que los productores son tomadores de precios. Ello es porque para cualquier producto hay sustitutos competitivos (ejemplo: el ladrillo compite con el cemento, el barco con el tren, etc.).

La ganancia es residual: es lo que resulta de restar del precio lo que se gastó en producir. No es que a cualquier costo simplemente se le agregue la ganancia para llegar al precio. Si así fuere, no existirían las posibilidades de pérdidas. Cuando el costo resulta mayor que el precio se pierde, y la historia nos enseña que de cada diez empresas que se establecen siete fracasan antes de los cinco años.

Los patronos compiten entre si por los trabajadores, y puesto que nadie invierte más de lo necesario para consumir ni para producir, la mezcla de los recursos capital y trabajo la deciden con base en lo que en ese momento se paga en plaza. No pueden pagar más, salvo la excepción de quien en ese momento está mejorando la productividad marginal del trabajo, ganando más, y consecuentemente, pudiendo pagar más. Son esas empresas, las que van a la vanguardia de las innovaciones, las que más ganan y las que mejores salarios pagan. Cada nueva empresa tiene que sustraer de alguna otra ocupación a sus trabajadores, y es así que el proceso de capitalización lo van forzando quienes primero automatizan.

A corto plazo, las llamadas «conquistas» laborales saldrán del bolsillo de los patronos existentes. Pero el corto plazo pronto pasa, y costo de las conquistas resulta siendo simplemente otro componente de la retribución laboral total. Para los patronos ese total es lo que importa, pues es lo que tendrán que reponer en sus ventas. Los trabajadores, sin embargo verán mermado su poder de decisión sobre el producto de su aporte, pues el gasto de su remuneración habrá sido asignado por ley a varias finalidades obligatorias, como seguro por accidentes, descanso remunerado, vacaciones pagadas. Ello significa que su remuneración es distribuida por ley entre pagos en especie y pagos en efectivo.

Lo que no podrá modificarse por ley es la retribución total al trabajo, pues ésta depende de la producción de bienes reales de la comunidad, y ésta a su vez, de la productividad marginal de los factores de producción. Consecuentemente, a muy corto plazo, todas las llamadas «conquistas» resultan a sacrificio de lo que en efectivo estarían recibiendo el trabajador.

La única fuente interna del capital son los ingresos de las personas que están por arriba de sus requerimientos de consumo.

A medida que esos ingresos aumenten el capital disponible aumentará la demanda de mano de obra, obligando así a los productores a modificar su mezcla capital trabajo para poder, a su vez, aumentar la productividad laboral y los salarios reales y nominales. La fuente de empleo, y la causa de los aumentos de salarios es el capital.